miércoles, 1 de diciembre de 2010

Me dejo llevar.

No sé en qué momento me he empezado a dejar guiar por esto, pero solo sé que me gusta.
Es bonito poder echar una carcajada por cualquier tontería, que la brisa de cada mañana me inspire nostalgia, que la morriña esté conmigo a flor de piel. Y es que quizás me estoy acostumbrando demasiado a rodearme de lo mejor.
Las tardes ya no serán esos días grises en los que yo soñaba con encontrar una persona que, realmente, si me llegara a comprender, estar con ella sólo me causaría mal.
Por las noches no tendré miedo, no tendré que morder la almohada y pelearme con las sábanas nunca más. Al contrario, querré que me abracen con su textura de franela o de algodón, sintiéndome seguro.
Los fines de semana seguirán plagados de sonrisas, llantos de alegría y éxtasis de lujuria.
Y sí... ¡me gusta me gusta me gusta y me gusta!

Liberación personal.

Liberación personal.
Freedom?