miércoles, 8 de diciembre de 2010

Lo amo.

Hay que asumir las realidades del día a día.
La vida es un libro en el que cada día abres una página al azar, y lo que ahí esté escrito es a lo que te tienes que adaptar a vivir, sufrir y disfrutar las veinticuatro horas restantes. Quizás por eso hoy esté preocupado. ¿ O quizás no debería estarlo?
Le amo hasta límites insospechables, sí, al fin, vengo a reconocerlo.

Sólo su mirada es capaz de bajarme todas las estrellas del cielo y situarlas a mi alrededor, me otorga una luz a mi oscuridad que nadie más puede hacerlo con tanta exactitud, precisión, velocidad, eficacia y nitidez.
Su tacto es capaz de transformar todo mi cuerpo en lo contrario. Si estoy tranquilo, puede volverme salvaje, si estoy alterado, puede tranquilizarme, si estoy triste, puede alegrarme, si estoy alegre, puede convertirme en un eufórico.

Su caminar destila elegancia por todos los costados. Es único hasta en cada gesto. ¿O puede que sea yo quién lo ve único? Da un paso y no puedo evitar dar dos, siempre por detrás de él, pero nunca separándome mucho de su silueta. Retrocede y yo me pongo delante, puedo ser su escudo, o si bien quiere su espada. Puedo ser su varita con la que lanzar un conjuro, el arco y las flechas con las que lanzar una flecha certera, un hacha que destroce cualquier obstáculo y lo parta en dos, o una lanza si quiere atravesarlo de un lado a otro. Como espada, rasgaría cualquier ofensa. Como escudo, me dejaría golpear mil y una veces continuamente con tal de él quedar impune, limpio, tan perfecto como yo lo veo cada día.

Hasta su fragancia es única. Tiene un olor corporal delicado, especial. No llama la atención, y tampoco disgusta del todo. Lo quiero cerca, quiero beber de cada pequeño hálito que lo rodea, porque sólo eso quita el hambre a mi segundo estómago, que suele quejarse siempre por su anorexia.

Sus pestañas, sus cejas, cada cabello mal colocado que tanto me gusta colocar. Su piel, su tono, su textura. Todo eso que me hace mirarlo y emocionarme, o quedarme simplemente sin palabras porque el silencio es más cercano a lo que quiero decir, porque no tengo palabras para definir algo tan perfecto, o quizás solo tan perfecto para mí. ¿Quién sabe?

Su risa que me vuelve loco. Su sonrisa que me apasiona. Cada vez que sus perfectos labios se anchean en una mueca de felicidad perfecta, el gato que tengo en mi segundo estómago maulla, se pone tonto, cariñoso, meloso, ronronea. Se siente cómodo y cautivado, y es que ni la mejor hoguera en medio del mayor frío ni el mejor aire acondicionado en la mayor oleada de calor es tan perfecto y tan acogedor como ese gesto.

Cuando pronuncia tu nombre, ¿qué pasa cuando pronuncia tu nombre? Primero te giras en una posición muy defensiva, como si le fueras a saltar encima. Sabes que no vas a escuchar lo que quieres pero, ¿al momento no piensas: ¡Habla de una vez!; aun sabiendo que seguramente no te interese lo que dice? Pero el sólo hecho de dirigirse a tí puede con todo lo demás, por unos segundos eres dueño de su boca, de su sonrisa, de su voz, de su cuerpo, por un momento, aunque sea ese instante, te llena por dentro porque eres su centro de atención y te vas alimentando de esos detalles que te sacian pero que no te dejan satisfecho del todo, porque siempre ambicionarás más. Pero te conformas, porque sabes que en el fondo sin ese mínimo, te sentirías mucho más desgraciado que con algo de él, aunque no sea lo que quieres realmente.

Sus manos, sus piernas, su pecho. Los latidos de su corazón. Su respiración. Lo que te transmite. Todos esos pequeños detalles que nadie valora pero que cuando sientes de verdad, necesitas escuchar o tener cerca. Con solo la cabeza apoyada en su pecho el mundo deja de girar sobre el eje y sólo aparece ante tí  la comodidad y la paz que te da sentir su carne, sus latidos, su respiración y su calor humano. Eso que te tranquiliza hasta cuando estás hecho una fiera. Eso que te llena más en diez segundos que los cien euros gastados en ropa el otro día.

Que escribas/leas esto y te emociones y pienses sólo en él como el que más, eso es lo bonito. Que nadie pueda quitártelo en días, meses e incluso años de la cabeza. Que solo a su lado encontraras la perfección absoluta. Que sabiendo que éstas sensaciones existen, y leyendo esto, se ve que todo es más complicado y cada mínimo detalle se valora más de lo que parece. Que aquí las grandes cosas no son las más exitosas. Que tú le amas por esto, y otras personas solo dicen "Esta bueno" ó "No es feo y parece majo".
Que ninguna persona valora ésto, y yo sí. Por eso sé que nadie nunca te amará mas que yo, nadie. Porque sé que seré el primero en decirte esto. Porque yo lo digo deseando estar contigo el resto de mi vida.



Pues ésto, esto es amor.
Amor verdadero.

martes, 7 de diciembre de 2010

Un suspiro.

La Bella Durmiente durmió hasta que el príncipe de sus sueños la despertó con un beso de amor verdadero.
-¿Y cómo se sabe si un beso es de amor verdadero?-
La niña pequeña respondió inocentemente:
-Porque es en la boca.-
¿Quién no ha querido dormir 100 años, despertar y encontrar todo cambiado, poder empezar de cero? ¿Quién no ha querido que alguien le levantara así de un profundo sueño cada día? ¿Quién no ha pensado, que cada vez que le besaban en la boca, era por amor, y realmente por culpa del beso has tenido que despertar del sueño?
[...]
Hay que diferenciar los sueños de la realidad. Unas veces, se está agusto en ellos. Otras, es mejor darse cuenta de lo que de verdad existe y lo que no.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Mimética.

Qué pena que, varias personas que se acercan a la perfección, acaben siendo como sus antecesores. Qué lástima que no tengan personalidad, y se acaben adaptando según los intereses. Que pena que sea la misma mimética siempre, tan precisa y exacta, aquello que no deja expresar la bondad que tienen algunas personas. Qué pena, que hoy en día, sobre la gente así. Qué pena, que un ejemplo seas TÚ.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Te quiero's meaning.

Te quiero suena repelente y simple, pero te quiero y no sé escupir otra cosa, te quiero típica y quinceañeramente, te quiero y ya está, no le des mas vueltas, ya se las doy yo. Te quiero y no sé si a ti o a todas tus cosas, te quiero aquí, revuelto en dudas en mi cama y te quiero lejos, para no quererte más. Suena mal pero te quiero, no le busques explicación, yo no la he encontrado.
Que sí joder, que tú ganas, que te quiero.. Te quiero extraña y frioleramente, te quiero cuando mientes más que cuando sonries, pero lo cierto es que te quiero.. que te quiero y tú.. bueno, ¿acaso me tiene que preocupar el "tú"? Te quiero yo, y aunque tu no lo hagas, me basta con hacerlo yo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Erik Iglesias Antelo.

A veces, la vida da giros inesperados. En ningún momento llegué a pensar que ibas a ser lo que eres hoy para mi. De verdad, has cumplido la faceta que otros no han sabido, eso lo primero de todo. Has sabido adornar en cada momento con tu sonrisa o con tus gracias en el segundo oportuno para no flojear psicológicamente. Me complementas demasiado bien, de verdad que nunca pensé en eso tampoco. Antes estaba feliz pero tenía muchísimas rayadas, ¿y sabes lo que es sentir que al lado de alguien se despejan, se disipan, o son más fáciles de evitar? Pues esa facilidad es tuya, tu haces que todo sea así, en serio. Cuando estoy contigo soy yo mismo al cien por cien, y eso lo valoro muchísimo, porque no importa quien sea, si no como te haga ser estando con el/ella.
Me arrepiento de todo lo que he pensado en un pasado de ti porque hoy en día tengo que callarme todas las palabras que he dicho, de las cuales me arrepiento en todo momento.
Simplemente tengo que darte las GRACIAS por todo lo que has hecho al entrar en mi vida, que no es poco. Y que espero que siga así o mejor incluso.
Aunque, algún día habrá que probar a ver si se te echa de menos... espero que tarde.
Te quiero.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Me dejo llevar.

No sé en qué momento me he empezado a dejar guiar por esto, pero solo sé que me gusta.
Es bonito poder echar una carcajada por cualquier tontería, que la brisa de cada mañana me inspire nostalgia, que la morriña esté conmigo a flor de piel. Y es que quizás me estoy acostumbrando demasiado a rodearme de lo mejor.
Las tardes ya no serán esos días grises en los que yo soñaba con encontrar una persona que, realmente, si me llegara a comprender, estar con ella sólo me causaría mal.
Por las noches no tendré miedo, no tendré que morder la almohada y pelearme con las sábanas nunca más. Al contrario, querré que me abracen con su textura de franela o de algodón, sintiéndome seguro.
Los fines de semana seguirán plagados de sonrisas, llantos de alegría y éxtasis de lujuria.
Y sí... ¡me gusta me gusta me gusta y me gusta!

Liberación personal.

Liberación personal.
Freedom?